El trigo es el segundo cultivo con más representación a nivel nacional por detrás de la cebada. Este se cultiva en todas las comunidades autónomas, pero principalmente se concentra en Castilla y León. Su producción se estima a un 40%, seguida Castilla La Mancha en torno a un 22% y finalmente Aragón y Extremadura.
Podemos distinguir dos clases de trigo: blando y trigo duro, que se emplean principalmente en la alimentación humana, para la elaboración de pan, pasta y repostería; y la alimentación de animales a través de piensos.
Desde Cooperativa Agraria San Antón queremos hablarte un poco más acerca de este cereal y sus características particulares.
Factores que influyen en el cultivo del trigo
Para la obtención de un buen cereal los factores climatológicos tales como la temperatura y las precipitaciones son clave para lograr un buen desarrollo y rendimiento del cultivo, por lo que el barbecho debe realizarse de una manera apropiada. La Península destaca por tener veranos secos con temperaturas elevadas. Sin embargo, las precipitaciones han ido variando a lo largo de los años. Normalmente este tipo de planta resiste bastante bien al frío por lo que puede resistir a temperaturas por debajo de los cero grados. Especialmente cuando emergen sus hojas. Sin embargo para su floración se precisa unas temperaturas mínimas alrededor de 16 grados ya que si no se podría ver afectada de forma negativa. En cuanto a la humedad no se precisa grandes cantidades de agua. Aunque lo ideal es que se superara los 300-400 mm.
Otro de los factores que también influyen en su rendimiento es la fertilización. Esta dependerá de las fechas en las que se siembre el trigo, debido a que según en la estación del año que se cultive se deberá de tratar con fertilizantes y cantidades distinta. Así mismo también dependerá del clima y de la variedad del trigo a cultivar.
Por lo tanto, podemos decir que para obtener un trigo de calidad debemos de contar con varios factores como la climatología, el tipo del suelo, las fechas en las que se desee cultivar, la fertilización y la variedad del trigo.
Castilla-La Mancha, segunda comunidad Autónoma de España en la producción de trigo
Como hemos mencionado anteriormente, Castilla-La Mancha es la segunda comunidad autónoma con más producción de esta variedad de cereal. Destacando especialmente en el cultivo de trigo blando. Sin embargo, no ocurre lo mismo en el caso de la producción de trigo duro debido a que ésta es supera por otras comunidades autónomas, tal como Castilla y León y Andalucía quienes cuentan con mayor producción de dicho cereal, seguida de Aragón.
Como podemos observar en las siguientes gráficas, elaboradas a través de datos estadísticos obtenidos de Cooperativas Agro-Alimentarias, la evolución de la explotación de dicho cereal ha ido variando durante los últimos cuatro años. Podemos observar que en 2018 su producción aumento con respecto al año anterior. Debido a que 2017 fue un año en el que la cosecha descendió hasta un 40% con respecto a la campaña de 2016 a causa de las sequías que tuvieron lugar durante dicho año.
En cuanto al cultivo de trigos en España durante el año 2018, las comunidades autónomas que cuentan con mayor superficie para su explotación son Castilla y León. En ella se concentra la mayor parte del cultivo nacional destacando en este caso la producción de trigo blando con alrededor de un 50%. Y Andalucía con el 70% de la producción de trigo duro.
A continuación mostramos una estimación de la producción de estas variedades de cereal en España durante dicho año realizados a través de datos obtenidos por Cooperativas Agro-Alimentarias.
España, gran explotadora de trigo
En definitiva, España se caracteriza por tener una gran explotación de esta variedad de cereal. Siendo el trigo uno de uno de los cultivos con más representación en nuestro país y cuya superficie se concentra especialmente en Castilla y León, Andalucía y Castilla-La Mancha. Abundando mayoritariamente la producción de trigo blando, destinado principalmente para elaboración de harinas panificables destinadas al consumo humano.
Así mismo, la mayor parte de estas cosechas son cultivadas en secano y durante la época de invierno, con el fin de poder aprovechar las lluvias de dicha estación, ya que los factores más importantes a tener en cuenta en este tipo de siembra son las temperaturas, precipitaciones y la calidad del suelo. Factores con los cuales cuenta la Península Ibérica por lo que la caracteriza por tener una gran producción de estos trigos.