Las semillas certificadas son también conocidas como semillas comerciales. Proceden de la semilla madre y se obtienen de un proceso legal de producción y multiplicación para después, llevar a cabo la venta de semillas. En resumen, se obtienen variedades mejoradas de semillas certificadas de cereales entre otros tipos de cultivos.
Todo cultivo de éxito dependerá de la calidad de la semilla. Las semillas son el material de partida necesario para iniciar la producción y es imprescindible que tenga una buena respuesta en condiciones de siembras adversas.
Cuando se valora desde el punto de vista razonable se obtiene la conclusión de que es imposible obtener buenas cosechas si no se utilizan semillas de calidad. Un cultivo puede ser de igual calidad a la semilla plantada, pero nunca será superior.
En Cooperativa Agraria San Antón pensamos que el uso de una buena semilla es el primer paso hacia una buena cosecha.
Ventajas de la semilla certificada
Son numerosas las ventajas de las semillas certificadas, tanto en el sector fitosanitario como agronómico. Por este motivo, resultan muy interesantes para los productores. Destacamos algunos de sus beneficios:
- Gracias a las semillas certificadas se incrementa la productividad y se garantiza la germinación homogénea. Esto último es debido a que son uniformes y se clasifican en tamaños. Facilitando así la cosecha mecánica.
- La cosecha es de mejor calidad porque las semillas se encuentran libres de malezas. Además, el tratamiento químico por el que pasan elimina las plagas y enfermedades.
- Es habitual que los productores utilicen semillas criollas o aptas para siembra.
- Mayor tiempo de conservación de frutas y verduras.
- Aumento de la producción en general.
- Aunque inicialmente el coste de una semilla certificada es más elevado que el de una semilla tradicional, los beneficios que se obtienen a largo plazo generan la disminución de los costes de la agricultura.
Un ejemplo de lo indicado anteriormente es que la calidad de estas semillas comerciales (de cereales) se puede observar fácilmente en el secadero de cereales como los de Agraria San Antón que dispone de 2 secaderos (de vapor y acero inoxidable) capaces de secar 2.500 Tm diarias.
– Con ayuda de la biotecnología se puede preservar la biodiversidad natural.
– Se obtienen cultivos muy resistentes. Cultivos tolerantes a la sequía e incluso al estrés. Por ejemplo, una tierra puede encontrarse estresada por contener una cantidad excesiva de sal.
Es necesario destacar que los profesionales del sector agrícola apenas utilizan semillas que no pasan por los tratamientos químicos porque corren muchos riesgos si sus cultivos no crecen.
Clasificación de semillas
Las semillas se encuentran clasificadas en cuatro categorías.
1. Semilla original.
2. Básica.
3. Registrada.
4. Semillas certificadas.
Es necesario destacar que los volúmenes de semillas aumentan en función de la categoría en la que se encuentran. Además, para la producción controlada de semillas certificadas se utilizará la categoría tres.
La semilla certificada es sembrada con máquina de precisión. Esto es debido a su calidad y contenido químico. Con frecuencia se utilizan sustancias externas que no afectan al producto porque son de contacto y no residuales. En otras palabras, sirven para proteger a la semilla hasta que es colocada y plantada en la tierra.
Certificación válida en la venta de semillas
En la actualidad, existen muchos sectores o ámbitos que sufren de fraude y el ámbito semillero es uno de ellos. Existen personas capaces de colorear las semillas para venderlas como certificadas cuando en realidad no germinan tras ser plantadas en el campo. En el mejor de los supuestos, los resultados serán los mismos que se obtienen con las semillas convencionales. Según la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (la denominada ANOVE) solo el 22 % de la semilla de cereal con siembra en España es certificada.
Tal y como destacamos, el uso de semillas certificadas es una manera de garantizar unos resultados óptimos y de calidad para agricultores y consumidores, económicamente eficiente y ambientalmente amigable.
Por eso es fundamental contar con una empresa como Cooperativa Agraria San Antón, con capacidad para almacenamiento y secado de cereales, así como para preservar la calidad y seguridad alimentaria. Con la implantación de sistemas APPCC (análisis de puntos críticos) y con certificaciones de calidad ISO 9001 y 14001.